domingo, 12 de julio de 2009

LABERINTO


Ella estaba allí, perdida en su laberinto, con miles de puertas, unas cerradas y otras abiertas, sin saber cual cruzar, el tiempo va pasando y ella sigue vagando.
El miedo la paraliza, no consigue decidir, el tiempo se acaba y ella sigue alli.
Cada puerta que no abre, es otra oportunidad sin aprovechar, otra oportunidad que ya no volvera.
Confundida, vacia, triste, sola, en aquel laberinto, donde cada cual, emprende el viaje de su vida, ella sigue igual, anclada en el ayer, paralizada por el miedo, sin saber que ha de hacer.
Envuelta en su laberinto, prisionera de su propia vida, de su propio cuerpo, encerrada en esa carcel sin rejas en la que nada le pueda dañar.
No sabe lo que es real, cuando esta bien y cuando mal, cuales son sus sentimientos y cuando los debe mostrar.
Las emociones vienen y van, todo resulta fugaz, no sabe diferenciar, si quiere reir o quiere llorar, si quiere amar o por el contrario prefiere odiar, si no tiene hambre o tiene ansiedad, si se deja llevar o vuelve a controlar.
Inenta entenderse y no lo consigue, intenta aceptarse y es aun peor, vive en constante contradicción, tiene miedo de si misma, de su indecisión.
Quiere matar sus inseguridades y que con ellas muera su vulnerabilidad, ser fuerte y no dejarse llevar, tomar las riendas de su vida y así poderla encauzar.
Abrir aquella puerta que le haga volver a sentir, volver a soñar, e incluso volver a vivir.
Cerrar la de los miedos y la inseguridad, miedo de lo que es, o puede llegar a ser, miedo de cambiar, escoger, abandonar.
Abrir, cerrar, ganar, perder, el tiempo lo dira, pero para avanzar hay que abrir puertas y cerrar las que dejas atrás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

animo guapetona,sigue abriendo puertas.roman