miércoles, 9 de diciembre de 2009

OBLIGACION Y CULPA


Dos constantes en mi vida.


No recuerdo ni un sólo día en que no haya tenido que vivir con la culpa, ni un sólo instante que no me haya movido ningún otro sentimiento que no fuese el de la obligación, incluso ahora que no tengo ninguna responsabilidad, todo lo que hago desde que me levanto hasta que me acuesto, es autoimpuesto, hasta el punto de que cuando llega la noche, me siento agotada, tan cansada que incluso me cuesta dormir, porque en ese momento es cuando los demonios se apoderan de mí, empiezo a repasar mi vida, a ver como de tenerlo todo, he pasado a no tener nada, cierro los ojos en un intento por descansar, de cerrar otro día más de esta horrible obsesión, pero todo es en vano, porque incluso en sueños no consigo alejar todo esto, me invaden las pesadillas recordando lo que quiero olvidar, y por otro lado me da miedo cerrar los ojos, por temor a no volverlos a abrir.


La culpa de la que en principio hablaba, me acompaña continuamente como si de una pesada losa se tratase. Desde bien pequeña, asumí responsabilidades que no eran para mí, me cargué con terribles sentimientos de los que aún hoy no he podido desprenderme, y esa misma culpa es la que me impide tener capacidad para disfrutar del bienestar, de sentir placer.

Me pongo limites en todo y siempre pienso que algo no es para mí antes de probarlo, como si no lo mereciese, como si solo mereciese lo malo, castigarme.

No recuerdo haber hecho nunca nada, porque realmente quisiera hacerlo, porque me hiciese sentir bien, y si por alguna razón me sorprendo haciendolo, de inmediato paso a estropearlo y a negarmelo.


Me gustaria desprenderme del lastre de todas estas emociones nocivas que conviven en mí, pero no se como hacerlo, cada día se afianzan más, y eso hace que me odie, no ya por mi físico, si no por mi actitud ante la vida, llegando al punto de ya no saber que busco, ya no pretendo verme bien, simplemente quiero hacerme daño, sin saber donde está el límite, quizás sea desaparecer, quizás sea morir.


Al contrario de lo que se puede pensar, ya que al hablar de anorexia, inmediatamente nos viene a la mente la imagen de una persona preocupada por su aspecto, por adelgazar, en mi caso, y creo que en el de muchas otras personas, no es así, siempre me dió más o menos igual el físico, aunque si que es verdad que me ha traido más problemas que otra cosa, ya que ( y aunque quede mal decirlo, suene prepotente y yo no lo vea así ), siempre he llamado bastante la atención, con lo cual, en múltiples ocasiones no me han valorado por lo que soy, si no por el cuerpo, pensando que podian conseguir de mí lo que quisieran y cuando no ha sido así, me he tenido que ver en situaciones desagradables, he tenido que perder trabajos, oportunidades... y de nuevo aparecían la obligación y la culpa...obligación de responder ante mis responsabilidades, culpa por no saber hacerlo...obligación de ser coherente a mis principios, culpa de no saber si mis principios eran los correctos.


Supongo que todo esto, poco a poco, ha ido generando en mí un rechazo, que me ha llevado a decir: " ahora no me mirarán más que para sentir asco " actitud cobarde, pero fue la que inconscientemente tomé, cansada de tener que salir de situaciones embarazosas de las que no era fácil salir, siempre es más cómodo huir que afrontar, aunque no sea lo mejor y no te lleve a ninguna parte, única y exclusivamente a frustrarte y sentirte mal contigo misma.


Muchas decisiones equivocadas que he tomado y que ya no sé como enmendar, no se como reconstruir todo aquello que derribé, estoy perdida, no sé por donde seguir, pero si algo tengo claro, es que quiero hacerlo...ya no me basta con vivir, quiero sentirme viva.

No hay comentarios: