domingo, 24 de mayo de 2009

Y de pronto un día te das cuenta de que has estado sólo rodead@ de espejos, de que poco a poco has ido tapiando todas las ventanas...
Descubres que has olvidado cómo mirar el mundo y que te has ido quedando cada vez más atrapad@ en ti, en tu cuerpo, en el miedo, en el dolor y en la enfermedad…
Ése día comienza el camino de la recuperación.
Poco a poco irás sustituyendo los espejos de nuevo por ventanas por las que entrará el aire que tanto has necesitado.
Así, sobre todo con tu esfuerzo pero también con mucho apoyo, conseguirás abrir tantas ventanas como desees… hasta que llegue un momento en el que sólo te quede un espejo.
Ése no debes sustituirlo por nada, conocerte a ti mism@ y amarte por dentro y por fuera se habrá convertido también en algo maravilloso.

No hay comentarios: