lunes, 26 de abril de 2010

CUANTO PESA LA FELICIDAD?



Estoy cansada de que todo mi mundo gire alrededor de una cifra, que mi estado de ánimo lo determine lo que ese dia en concreto marque la dichosa báscula. Si es algo que está dentro de lo que yo misma me permito aceptar, todo va bien, me siento alegre, contenta, a pesar de saber de que eso es justamente lo que me está destruyendo.Si por el contrario, lo que veo no me gusta en absoluto, todo da un giro de 360º, se me cambia el humor y por mucho que intente convencerme de que es lo normal, lo que todo el mundo dice que tengo que conseguir, de que es por lo que se supone que estoy luchando, que tengo que alcanzar un peso saludable para tener una vida minimamente normal, a pesar de todas estas cosas, no soy capaz de dejar de machacarme, de castigarme por ni tan siquiera ser válida para hacer lo único que realmente creo que soy capaz de hacer con total perfeción. De igual modo, cuando esto ocurre, otra parte de mí se siente fatal, me hace sentirme culpable por no seguir las pautas que me marcan, por defraudar a todos los que me apoyan y confian en que lo voy a lograr, que voy a salir de esta.


Estoy jugando con mi salud, arriesgando mi vida, entregando los mejores años de mi vida a algo que nada me está dando a cambio. Soy consciente de todo esto, pero aún así, invento un guión con el cual pretendo convencer a todos y a mí la primera, de que estoy luchando por cambiar la situación, y realmente es así, es una lucha en toda regla, pero que si la miro de manera objetiva, es una lucha dirigida justamente en la dirección contraria.


Me aferro al miedo y a las excusas.


De nada sirve avanzar, subir un par de peldaños y descender el doble, al fin me acabo encontrando en el mismo lugar, pero eso sí, una vez repetido el mismo proceso durante varias veces, ya con muchas menos fuerzas, ganas y sobre todo con más desmotivación y falta de confianza en que todo esto tenga un final algún día.


Sé que la felicidad no se mide en gramos ni en kilos, y lo sé, porque a pesar de que las cifras hayan ido variando a lo largo de los años ( y de todo ha habido ) nunca he llegado a alcanzar esa felicidad.


Tampoco es que pretenda buscar la tan preciada " FELICIDAD " que soy consciente de que como tal no existe, de lo que se trata es de volver a tener la capacidad de disfrutar, gozar, ilusionarme, amar... en definitiva ... la capacidad de emocionarme. Lo más comodo, puede parecer, carecer de sentimientos, así nada ni nadie te puede dañar, pero resulta realmente complicado, a la par que imposible, con lo cual, sufres doblemente, ya que lo que sientes y lo que expresas, nada tiene que ver.


Pretendo no sentir por miedo a sufrir y paradogicamente ... no sentir es precisamente lo que me está haciendo sufrir.